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martes, 1 de enero de 2013
Biblioteca Pública del Estado en Las Palmas de Gran Canaria
En realidad, ésta tenía que haber sido la primera biblioteca del blog, pues es la primera foto de voltereta en biblioteca que hice con la intención de comenzar una colección. Hace ya más de tres años, allá por principios de diciembre de 2008.
El primer lujo de esta biblioteca, su ubicación, frente al mar. ¿Os podéis imaginar qué placer, salir de trabajar y poder dar un paseo por la orilla del mar? Bueno, yo lo hago por la orilla del Duero, así que tampoco me puedo quejar.
Al entrar, el ambiente es muy acogedor, con una luz tenue en el mostrador de recepción y el personal muy amable. Y la sección infantil, con sus enormes cristaleras hacia el mar, impresionante.
Imagen: Biblioteca Pública de las Palmas de Gran Canaria (http://www.bibliotecaspublicas.es/laspalmas/)
Muy llamativa la presencia del Scrabble, el juego de letras y palabras, al que se juega todos los miércoles en la sala polivalente.
Imagen: Biblioteca Pública de las Palmas de Gran Canaria (http://www.bibliotecaspublicas.es/laspalmas/)
Si queréis más información, aquí tenéis su web: http://www.bibliotecaspublicas.es/laspalmas/
Pero no os quedéis sólo en la capital, porque merece la pena visitar el resto de la isla, Reserva Mundial de la Biosfera, con las impresionantes dunas de Maspalomas o el precioso espacio de Los Tilos de Moya, entre otros lugares fantásticos. Aquí os pongo un par de volteretas en esos lugares, para que no penséis que sólo las hago en bibliotecas.
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QUE BONITA LUCIA!!! LEER CERCA DEL MAR! ESO SI QUE ES UN LUJO.
ResponderEliminar¿Te imaginas las vistas desde la sala infantil? Yo sólo veo la iglesia de San Cipriano, por un lado, y el patio con el Archivo Provincial, por el otro. Bueno, bien pensado, tampoco me puedo quejar.
ResponderEliminarLas vistas, el clima... tiene que ser un auténtico lujo disfrutar de una biblioteca así.
ResponderEliminarLa verdad es que sí. En Canarias se respira otro ambiente, el tiempo pasa más despacio, el mar está siempre presente... Todo lo contrario a nuestro ambiente mesetario.
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